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En la entrada, solo dijo que venía por recomendación y dio el nombre de un amigo de los dueños. No le pidieron sus datos. De lo contrario, ella no hubiera entrado, en ese momento todavía estaba casada y el hombre que la acompañaba no era su esposo. Era noche de curitas: todas las mujeres las usaban como cobertores para los pezones. recuerda que no le hizo mucha gracia que una mujer le quitara la blusa, pero iba con la consigna de tener la mente abierta, así que decidió disfrutarlo. El lugar tampoco era swingersland bonito, dice, pero lo suficiente como para sentirse cómoda e irse despojando de algunas prendas. La relación swinger permite estar con otras personas y en esto también tienen sus propios acuerdos: ambos en la misma habitación, puede ser, o en la misma cama incluso.
FOTO: Aunque algunos sitios en internet advierten que para entrar a un club swinger debe irse con el objetivo de cambiar de pareja y "no hacer perder el tiempo al resto", el respeto a los demás es realmente lo más importante. Desde la primera vez que fue al club, en un barrio, ha vuelto varias veces, pero nunca ha intercambiado de amante: no ha aparecido ninguna pareja que realmente les guste a ella y a quien la acompaña. Entonces, ella vuelve porque le gusta la club swinger de Málaga. La gente que se va despojando de sus vergüenzas y sus prendas, una detrás de la otra. "Se sienten libres de tener sexo donde quiera, aunque sea frente a vos. Eso es liberador y excitante", dice ella. También le gusta poder ver, mirar, fisgonear. "Al sujeto le encanta observar, ser un voyeur de lo cotidiano.
Mirar pero no sufrir, y sin embargo sufre por ver y por la culpa de ello. Por eso el voyeur espera y goza de la espera de descubrir, pero también de ser descubierto", explica sicoanalista. "Tratar de sorprender a la pareja de amantes en su acto vergonzoso de deseo; sorprenderlos en su desnudez pero, sobre todo, hacerlos sonrojar de pudor y de indignación hasta recibir la misma paga: que él mismo se sonroje y que los mirados se indignen", agrega. Un juego de poderes y miradas. "No es una patología, ni una adicción. Es una forma diferente de construir la sexualidad en una pareja, más cercana al ideal de la sexualidad libre, con los costos sociales que esto puede acarrear". sicoanalista. Swinger Club, es una ayuda para seguir mejorando. El nuevo local liberal de Málaga para hacer un intercambio. Prohibido tomar imagenes o cualquier registro audiovisual al interior del club sin autorización de la administración. Si usted ó su pareja no se sienten listos para venir, simplemente NO DEBEN VENIR. El club no es un lugar de "orientación de pareja", ó donde podamos sugerirle como "convencer" a su pareja de visitarnos ó de hacer algo que usted desea hacer. Al club únicamente asisten personas de criterio amplio y de pensamiento maduro.
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